La Sinergología es la disciplina dentro del campo de la comunicación que analiza, interpreta y codifica el Lenguaje No Verbal No Consciente. Creada por Philippe Turchet en los años 80 es una disciplina validada con métodos científicos orientada a mejorar la calidad de la comunicación y las relaciones sean más transparentes. No somos únicamente lo que mostramos sino que nuestro cuerpo comunica mucho más de lo que pensamos.
Ya Merhabian demostró, en su famosa proposición, el peso del lenguaje no verbal en la comunicación: el 7 % del impacto de un mensaje se debe al lenguaje verbal, a las palabras, el 38% al paralenguaje (entonación, volumen, dicción) y el 55% a la comunicación no verbal.
La Sinergología aporta una doble sistematicidad a esta observación y análisis de lo no verbal. En primer lugar, todos los gestos, actitudes corporales, reacciones o micro-picores (por apuntar algunos de sus rangos de observación) están validados estadísticamente y tabulados en un sistema de etiquetado universal con cerca de 2.800 entradas.
En segundo lugar, la Sinergología establece un protocolo de observación desde tres miradas: 1. La Statua: observación general sobre la corporalidad de la persona que da información sobre su biografía corporal. 2. La Actitud Interior: observación de ítems que dan cuenta del estado emocional y de los ánimos expresados. 3. Los Micro-movimientos: mirada de detalle donde se observan las emociones no expresadas, la parte más pulsional de la comunicación.
Con este enfoque, podemos determinar actitudes de apertura o de cierre, ya que determinan aperturas o cierres psicológicos de nuestros interlocutores, o bien incongruencias entre lo dicho a través de las palabras y de los gestos. Todo ello nos permite comprender por qué el otro se abre a nuestro discurso/propuesta o nos rechaza, aunque no lo diga.
¿A quién puede interesar tener conocimientos de Comunicación No Verbal?
• En el plano profesional, a vendedores o comerciales que quieran conocer el desarrollo de sus gestiones y valorar el interés, las dudas u objeciones de sus potenciales clientes.
• A negociadores que necesiten tener, además de las tácticas clásicas del método Harvard, un rango de observación sobre el estado anímico y motivacional de la otra parte en la negociación.
• A seleccionadores de personal que deseen observar con sistematicidad las incongruencias u ocultamientos de información de los candidatos que maneje en sus procesos.
• A coaches que necesiten empatizar y resonar con sus clientes en sus procesos de desarrollo o acompañamiento.