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 “EN MI EMPRESA NO CONSEGUIMOS TRATAR BIEN A LOS CLIENTES. VENDEMOS BUEN PRODUCTO PERO FALLAMOS EN LA ATENCIÓN, Y A NUESTRA GENTE PARECE DARLE IGUAL…”

 

El factor diferencial de una empresa al margen de su tamaño es hoy en día la manera de atender y relacionarse con sus clientes. Cliente es cualquier persona que espera algo de ti, y por eso hablamos de Clientes Internos (tus compañeros, tu jefe, otros departamentos, los proveedores…) y de Clientes Externos, los que compran nuestros productos y por lo tanto pagan nuestra nómina. Piensa en ti como consumidor o cliente: en tu día a día repites, vuelves a esos establecimientos o comercios donde además de ofrecerte productos a tu gusto y en tu margen de precio, te gusta sentirte bien tratado, atendido y escuchado.

 

Solo puede haber una sonrisa para un cliente si dentro de un negocio u empresa, entre sus  trato y relación, esa inteligencia emocional  básica para  trabajar con eficiencia: no hace falta que seamos amigos dentro del trabajo, pero sí que aquello que hagamos juntos se haga desde la transparencia, que sepamos pedir, disculparnos, reforzarnos, escucharnos y gestionar nuestras conversaciones pendientes.

 

Si esto está integrado en el equipo, es más fácil trasladarlo al Cliente Externo. Lo que no supone estar de acuerdo con ese viejo axioma de “El cliente siempre tiene la razón”: no lo compartimos, pero en INN ROCHA sí nos sumamos a que cuando el cliente adquiere algunos de nuestros productos o servicios, adquirimos un compromiso y hemos de estar a la altura de ese compromiso, incluso cuando por alguna razón no seamos capaces de cumplirlo.

CASO 2

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